Hola Sonia, los trabajos con la leche diría que son interesantes más desde un punto de vista procedimental que no por su carga expresiva final, es decir, que para ti tiene mucho sentido usar la leche materna, pero que puede que no acabe de reflejar plásticamente el concepto que le atribuyes. La propuesta más interesante encuentro que es la de las huellas de las manos sobre la trona, que visibilizan una presencia activa y aluden a esa vitalidad infantil. La pizarra luminosa es efectista visualmente pero creo que se limita a eso. La serie de la barriga considero que tiene posibilidades de desarrollo, siempre que vaya más allà de una abstracción formalista y se pueda percibir en el sentido que se pretende (los rastros de la maternidad en el cuerpo). A este propósito, ya que citas a Franz Kline, por analogía onomástica se me ocurre la obra de Yves Klein, concretamente las «antropometrías», a ver si te inspiran.

Hola Sonia, el planteamiento es correcto y el tema coherente con tu línea discursiva. Está bien la idea de dibujar sobre el cuerpo para visibilizar los rastros físicos y psicológicos de la experiencia de ser madre; lo que te puedo recomendar es que no lo tomes de forma demasiado literal, es decir, que reconozcas primero, y luego transportes i magnifiques esos signos al lenguaje del arte, sin quedarte en la mera descripción. Respecto al formato de proyecciones sobre el cuerpo, suena bien la posibilidad de hacer dialogar lo real (cuerpo) con lo virtual y/o efímero ((proyecciones); lo podrias resolver con vídeo o con imágenes fijas fotográficas… No se… hay que experimentar a ver que aparece…